sábado, 22 de noviembre de 2014

EN LA TRINCHERA

Se amarra la tormenta con nudo gordiano
de metralla y bombas
—tornados segando mieses maduras—,
y un trueno de obuses, la voz del mortero,
el silbido delgado del venablo veloz
o de la saeta desbocada por resorte de ballesta,
truecan el silencio en fragor de llantos.

El carcaj del odio surte con sus flechas
las manos más diestras, las manos siniestras,
y allí en la trinchera, tras de la alambrada,
agoniza entre los crespones
de una madrugada que ya no amanece,
un embrión de vida.

Son esas trincheras donde anida el odio,
bocas de una tierra que engulle a los hombres,
vulvas de una tierra que aborta a sus hijos.

Ya los comandantes y los almirantes,
y los generales,
ostentan galones de oro ajeno.

Calados los yelmos y las bayonetas,
ya prestos adargas y escudos,
el curvo alfanje,
la plúmbea tizona,
la lanza, la maza, la daga, el gladio,
ya todos los hierros.

Ya valga el pillaje,
cabalgue la muerte
sobre una montura de osamenta y cráneo.

Allí en la trinchera se acuesta el soldado,
mas no acude el sueño a sus ojos grises,
sólo espera avizorante y yerto,
con el miedo dentro del cañón de su fusil.

Mayte Dalianegra

Pintura: "Over the top" ("Sobre lo alto"), 1918, John Nash
Safe Creative #1202281214599

Música:"Ohne dich", con imágenes de la película "Stalingrad", Rammstein