Negro es tu rostro,
oculto y mineral,
oronda luna
suspendida de un invisible trapecio
en el espacio sideral.
Negra es tu intención
de enamorar a los incautos
que admiran tu fulgor,
hermano de la deidad solar.
Ya no me engañas, luna,
por más misterios
con que te envuelvas,
por más velos
con los que cubras
tu faz de ninfa.
Enamorarme no puedes,
que el amor que me inspiraste,
triste falacia fue
y de él nacieron mentiras tristes.
Ya no me engañas, luna,
de tu maldad me río ahora,
pérfida diosa, Selene impura,
¿cuántos corazones se han visto rotos
por reflejarse en el río
que bañaba tu imagen sórdida?
¿Cuántas citas de amantes
rasgó el frío puñal de la alborada
cuando, impertérrita,
te alejabas encaramada en tu brillante
carro de plata?
Ya no me engañas, luna,
las pasionarias abren sus pétalos
cuando la noche muere en mi cama,
y ahora decido con quién comparto
el tibio aliento de la mañana.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: "La ninfa lunar" (1883), Luis Riccardo Falero
Música: "Fade to black", Metallica