En el pasado, un océano inabarcable
extendía ante mí sus plateadas alas de albatros.
Aquel mar inmenso lamía,
con su burbujeante espuma,
la quilla de mi destino.
¿Qué habrá sido de ese piélago?
Bajo mis pies
ya no hay olas, una marisma salobre
recuerda su ubicación.
¿Dónde
se han ido
sus peces,
sus corales y arrecifes,
sus estrellas,
sus anémonas, los bivalvos
con sus perlas?
¿Dónde
se desvanecieron
esas huellas,
esas sombras?
¿En qué escarpado farallón
se encallaron mis deseos?
¿En qué aguas iracundas
se apagaron los volcanes
que incendiaban nuestras bocas?
¿Dónde naufragó tu pecho cubierto
de amaneceres?
Tanto le pregunto al viento, tanto…
que obtengo sal y zozobra.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Miranda. La tempestad” (1916), John William Waterhouse
Música: "Feelin' way too damn good", Nickelback